domingo, 6 de julio de 2008



Detalles

Mi mano que se demora al abrir la puerta. Mis lentos pasos de autómata inconsciente. Los ojos que pierden la mirada y se escabullen en anónimas botellas alineadas.
El círculo que define la mesa y el pequeño círculo de la taza humeante donde revolveré mi angustia hasta que enfríe la emoción del encuentro que he deseado.
Imagino mil formas y las niego. Mi sangre que recorre la derrota o el rubor de dos bocas que se miran vaciarse en las palabras.
Cada uno de mis míseros detalles serán recubiertos por tus sueños, como quien recobra un objeto perdido que amaba tanto y le parecía ajeno.
Ya lo sé. Todo lo que diga será como una trampa y quizás no explique nada; lo que siento destruye las palabras y las vuelve pesadas como piedras.
Puedo caminar casi sin tocar el suelo, salirme a cada rato de la escena para reencontrarte en el justo papel de la inocencia.
Será lo que el abismo determine con el puente infinito de tus ganas. Quizás los necios juzguen como pasión lo que es incomprensible. Yo prefiero sentirme pecadora si mi alma se dilata al verte.

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