miércoles, 11 de diciembre de 2013

No hay destino


No hay destino
sólo huecos y orificios
en esta noche espesa
con cuchara de plata.
No hay destino
Sólo un infierno de espejos rotos
y un cielo previsible y cotidiano
donde se adormecen los otros.
No hay destino
Sólo empujar para quedarse quieto
Y perder para no perderse
mientras suspiran cansados tus dioses.
No hay destino
Sólo cuerpos, manos quemadas y sombras
y una cuerda invisible
que se cierra de a poco.
No hay destino – te aseguro –
Sólo aprender
que la magia, no es truco.

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