miércoles, 11 de diciembre de 2013

No hay resignación


Oh mi pequeño dolor
Tan suave que siempre siento
Tan pequeño que ocupa todo mi cuerpo.
Oh Dios!!
Que sea digna de mis miserias
Y que me baste un minuto
Para que se agolpen en mi cabeza
En tropel
Y no las dome
Nunca las dome.
Dolor dulce como tu sangre
E interminable como el recuerdo
dolor, que no hay botella que lo vacié
Que ni se fuma ni se huele
Que no tiene nombre
Ni hay hombre que pueda
- vamos querido no jodas- hacerte sombra.
Oh como se regocijaban las bestias!!
Pensando que el tiempo todo lo cura, y que yo era joven.
…que vengan a verme
… que vean las partes de mi que se murieron
que se atrevan a decirme esta vez
la puta mierda de lo trascendente y la parafernalia
con que consuelan sus deudas los deudos.
Detrás de todo- antes de todo- restado en cada suma
En el nylon que me cubre
En lo que nunca llega
En fin… en el eterno malentendido
De este dolor que se agranda, se mastica,
Se hace globo y explota
Y no hay diván – querido- ni piedra, ni flor
Ni nada que lo diluya.

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